31.1.16

¿UN ZIPPO EN EL CUPÓN?


Es curioso cómo aquel 28 de mayo de 1993, en el marco de la colección que la ONCE editó durante los viernes de aquel año, un objeto de culto para muchos coleccionistas como son los famosísimos mecheros Zippo, ocupó la imagen del cupón, y es que, lejos de lo que supone el coleccionismo de la ONCE propiamente dicho, aquel se convirtió de inmediato en objeto de deseo para muchos amantes del Zippo de España.

Estos encendedores empezaron a comercializar, allá por 1933, y en Estados Unidos, por la Zippo Manufacturing Company, regentado por George G. Blaisdell -cuyo nombre también aparece en el cupón- y desde entonces se convirtieron en objetos de culto para coleccionistas de todo el mundo.
Su diseño, rectangular, y con su característica tapa abisagrada, ganó gran popularidad por su fácil manejo y por ser capaz de resguardar la llama del viento. De igual manera, esta tapa le permite al usuario un fácil apagado.


El coleccionismo de Zippos no es considerada una actividad cara, aunque hay piezas que rondan los 85 dólares estadounidenses, si bien, el mayor precio pagado por uno de ellos es de 37.000 dólares en una feria de pujas. El objeto en cuestión era una pieza fabricada en 1933, primer año de vida de la compañía de Blaisdell. No hay otorgado ningún reconocimiento Guinness a la colección más grande, aunque se habla de que un tal Francis van Herle cuenta con más de 58000 encendedores en su colección.


George Blaidell posa con uno de sus Zippos


No dejes de visitar la web de World of Zippohttp://www.worldofzippo.com/

(DEDICADO A MI AMIGO CONQUENSE PEDRO VILLAESCUSA, COLECCIONISTA DE ZIPPOS Y CUPONES DE LA ONCE)

20.1.16

EL MARMITAKO, PLATO CON WEB PROPIA... Y CUPÓN

Los cupones de la ONCE pueden presumir de haber tratado temas muy diversos, desde los más internacionales hasta los más cercanos y tradicionales -sobre todo en el siglo XXI-.
La colección de Cocina Tradicional ocupó todo el mes de febrero y la primera semana de marzo del año 2002. Un total de 20 platos fueron plasmados aquel invierno en ellos. Uno de ellos, el reconocible marmitako (del castellano marmita, olla de metal con tapadera ajusta y una o dos asas), uno de los tantos y buenos platos norteños (también es típico en Cantabria y Asturias -e incluso en zonas de Francia-) hechos a base de pescado,  y que no tengo el gusto de haber probado, fue protagonista el lunes 18 de febrero.

Como digo, es típico en la Cornisa Cantábrica, y se trata de un guiso de atún o bonito con patatas, pimiento, tomate y cebolla, aunque existen, como ocurre con todo buen plato, alguna que otra variación. Se come caliente, y sí, este plato tiene hasta web propia (pinchar aquí), en la que se exponen las variantes más populares.


Actualmente es un plato muy apreciado, en gran parte, gracias a la difusión que tiene la cocina española en general, y vasca en particular, y porque es una de las formas más sabrosas y conocidas de preparar el bonito, que al ser pescado azul, se valora mucho en las tendencias nutricionales más recientes, siendo, además, uno de los platos estrella de los concursos gastrónomicos de cualquier fiesta cántabra o vasca y de cualquier restaurantes de estas dos comunidades autónomas.

18.1.16

NOS VAMOS DE FIESTA A LA ALDEA DE SAN NICOLÁS (GRAN CANARIA)


La Aldea de San Nicolás (visitar aquí sitio web), en la costa occidental de la isla de Gran Canaria, población a la que la ONCE dedicó el cupón el 15 de enero de 2009 enmarcado en la colección de Ayuntamientos de España, es una localidad en la que cada mes de septiembre se celebra uno de los eventos más peculiares del país: la Fiesta del Charco, que cada año cuenta con más adeptos y que, poco a poco, se va dejando conocer en el resto del territorio nacional. En aquella ocasión fue precisamente una imagen de esta fiesta la que rindió honor a esta localidad de apenas 10000 habitantes.

Se celebra el 11 de septiembre en el marco de las fiestas patronales de San Nicolás, santo que le da nombre a la localidad, basada en la tradición prehispánica del antiguo pueblo guanche de embarbascar en los charcos que se formaban con la bajada de la marea junto al mar. Se desarrolla con posteridad a la tradicional Bajada de la Rama y la festividad de San Nicolás de Tolentino (9 y 10 de septiembre respectivamente). Desde muy antiguo, en la desembocadura del barranco de La Aldea se formaba una gran charca que recibió el nombre de La Maciega. En ella, los canarios pescaban utilizando la técnica de narcotizar o embarbascar los peces con sabia de cardones y tabaibas, especies comunes en las islas Canarias. Tal técnica pesquera aborigen se transformó, con el transcurso de los siglos, en esta singular fiesta.

La-aldea-de-san-nicolas escudo.png


Como curiosidad, cabe decir que esta localidad se denominaba oficialmente, hasta el año 2005, San Nicolás de Tolentino, aunque siempre ha sido conocida en la isla, simplemente, por La Aldea. Entre sus varios atractivos turísticos, destaca la playa de Güigüi, un remanso de paz casi virgen de obligada visita (ver también en el siguiente vídeo)




17.1.16

EL PRIMER SORTEO EXTRAORDINARIO

Aunque en la actualidad, los sorteos extraordinarios son algo bastante común (sorteos especiales del Día de la Madre, del Padre, del verano, el 11/11, etc.), no lo era hace pocos años. Menos aún en los primeros años desde la liberización del sector del juego en 1977 y despenalización de 1983.

En plena Transición Española, la ONCE pasaba por un periodo de dificultades que arrastraba desde la década de los 70, por lo que la organización se vio obligada a intentar allegar nuevos recursos para, sobre todo, capitalizar su Caja de Provisión Social. Por ello se celebró el 13 de diciembre de 1981, coincidiendo con la onomástica de Santa Lucía, el primer sorteo extraordinario. Fue asimismo el primer sorteo común para todas las delegaciones del país, que por aquel entonces, cada una llevaba a cabo su propio sorteo.


El cupón tenía un precio de 100 pesetas, y los premios oscilaban entre las 25.000 pesetas como premio a las tres cifras, y 2.500 pesetas a las dos últimas cifras. De igual manera, existía unos premios mayores, otorgados a las tres cifras más serie (se extrajeron varias series en el sorteo). La cuantía de todos ellos era de 5 millones, 2,5 millones, 1 millón de pesetas, 500.000 y 100.000 pesetaas.

15.1.16

ONCE, SEIS PUNTOS

He aquí uno de los pocos juegos de mesa homenajeados por la ONCE. Aunque en una ocasión posterior a 1993, fecha en la que sale a la luz, esta organización dedica una colección expresamente al juego de mesa, fue solo en esta ocasión cuando se nombra una marca registrada.
Hablo del Scrabble, llamado originalmente Lexiko, creado, aunque pudiera parecer más joven, nada más y nada menos que en 1938 por el arquitecto estadounidense Alfred Mosher Butts, quien había fallecido, casualmente, solo cuatro meses antes de que este cupón viera la luz el 20 de agosto de 1993.

Este cupón forma parte de la colección del viernes de aquel año, dedicada a inventos que habían sido patentados a lo largo del siglo XX. A principios del XXI, la ONCE edita una colección similar, aunque en aquella ocasión, no eran fotografías reales las que se exponían en los cupones. A esta se le añade un diseño propio de principios de los 90, haciéndola un poco más retro hoy día.

Aunque de sobra es conocido, este juego consiste en intentar conseguir el mayor número de puntos posible mediante la construcción de palabras sobre un tablero de 15x15 casillas, pudiendo ser estas horizontales o verticales, pudiéndose cruzar siempre que aparezcan en un diccionario estándar. La puntuación varía según el número de letras que posea la palabra jugada, y su grado de frecuencia de estas en el idioma en que se juegue.


Alfred Mosher Butts, creador del Scrabble

14.1.16

LA ENIGMÁTICA DAGA DE TUTANKAMÓN: CUPÓN DEL 30 DE JUNIO DE 1986

A lo largo de la historia de los cupones de colección de la ONCE, dos han sido las veces que esta Organización se ha acordado del arte egipcio. La primera, en el verano de 1986, cuando una serie de objetos artísticos (instrumentos musicales, joyas, mobiliario, etc.) del antiguo Egipto protagonizaron una colección, algo arcaica, que ni siquiera contaba con nombre propio.
La segunda en 1994, cuando sale a la luz una lograda colección dedicada exclusivamente al arte de la arqueología, colección que me recuerda especialmente a los primeros meses en que coleccionaba (enero de 1996), ya que durante un tiempo, algunos cupones de esta colección eran de los más antiguos que poseía, gracias a que un compañero de clase que había dejado de lado su colección me los había regalado.

De la primera de estas colecciones (posiblemente la primera gran colección), recupero hoy el cupón del 30 de junio de 1986, dedicado a uno de los objetos más interesantes encontrados junto a la tumba del siempre enigmático Tutankamón: una daga y una vaina que, según aseguran recientes estudios, fueron elaborados por metales no procedentes de la Tierra.




Aparece entre las trece capas de lino que envolvían la momia.
Se trata de una daga de hierro compuesta por un mango hallado incompleto de doce centímetros de longitud. En el extremo faltaba un trozo y fue reconstruido mediante una pieza de matacrilato transparente. La empuñadura es de oro, con incrustaciones de coralina y cristal de roca.

Se encontró protegido por una vaina, también de oro, que cubría la totalidad de la hoja metálica, de unos quince centímetros de longitud (poco más que el mango). Llama la atención la mancha amarilla de la punta.

Se cree que fue un regalo del rey Mittani Tushratta (1380-1350 a.C.), ya que en el harén real se hallaba la princesa Taduhepa de Mittania, enviada para fortalecer las relaciones entre Egipto y el reino de Mittani, el cual heredó Tutankamón (1336-1327 a.C.). De este modo, Tutankamón también acabó heredando este objeto.
Está expuesta en el museo de El Cairo (Egipto), en la sala del tesoro de Tutankamón.

Recomendamos: "El material de una de las dagas de Tutankamón procede de un meteorito. El País, 6 de junio de 2016"


Precioso cupón dedicado al 75 aniversario del descubrimiento de la momia de Tutankamón. 28 de octubre de 1997

12.1.16

¡QUE NO CUNDA EL PÁNICO! EL DIOS PAN SE APODERA DE UN CUPÓN


Una de las colecciones -al menos para mí- más extrañas que ha publicado la ONCE es la que trata la mitología griega, colección de solo 20 cupones (22 de marzo-22 de abril de 1999).
Se trata de una serie de bosquejos monocolor que reproduce la imagen que los antiguos griegos daban a sus propios dioses.
De todos ellos, mi favorito -siempre visto desde la perspectiva de un niño- era sin duda el del dios Pan, el dios del campo, de los pastores y rebaños, equivalente al dios Fauno de la mitología romana. Dios de la fertilidad y la sexualidad masculina, que se dedicaba, el muy pillo, a perseguir por los bosques los favores de las ninfas y muchachas. De hecho, se decía que vivía con una especie de harén de ninfas en una gruta del Parnaso, conocida en Grecia como Coriciana. También se le atribuían, parece ser, ciertos dones proféticos, cazadores, curanderos y músicos.

Este último don, el de la música, es el que me resulta más curioso en este caso, ya que este dios otorgó nombre a una de las familias de flautas más reconocibles, sobre todo, en Sudámerica: la flauta de pan, hecha de cañas, entre las que se halla las típicas zampoñas andinas o las flautas Siku, reproducida por la ONCE allá por 1987 (véase la imagen):



Por supuesto, el dios Pan, además de un bastón de pastor, siempre llevaba consigo una de estas flautas, conocidas en Grecia como siringa.
Le agradaban las fuentes y las sombras (de ahí que su lugar favorito fueran los bosques y las cuevas), no solo por el fresco que estas podían proporcionarle, sino también porque en ellos pordía esconderse para espiar a las ninfas sin ser visto.
Pan era especialmente irascible si se le molestaba durante sus siestas. Los habitantes de Arcadia tenían la creencia de que, cuando una persona dormía la siesta, no se le debí despertas bajo ningún concepto, ya que así se interrumpía el sueño del dios Pan.
Este curioso ser con cuerpo de humano y cabeza y patas de carnero le ha dado también una palabra al diccionario de nuestra lengua, pues, ni más ni menos, de él procede la palabra pánico, que, en principio, hacía referencia al miedo que producía la morada del dios Pan (la palabra en cuestión se escribía así Πανικός "Panikós": PAN + IKÓS). La terminación IKÓS significaba "hogar", es decir, el hogar de Pan. Posteriormente, esta palabra hacía referencia al remor masivo que sufrían las manadas y los rebaños ante la caída de rayos, definición que ha variado -aunque solo una pizca- con el paso del tiempo, llegando al día de hoy, que hace referencia a cualquier tipo de miedo extremo.

4.1.16

ORO, INCIENSO Y MIRRA EN EL CUPÓN. CELEBRANDO EL DÍA DE REYES

La tradición más difundida cuenta que eran tres y que venían de Oriente, aunque, en algún momento, otras han afirmado que eran cuatro, siete y hasta doce.
Conducidos por la conocida como estrella de Belén, ofrecieron a Jesús oro en representación de su naturaleza real, incienso como representación de su naturaleza divina, y mirra, un compuesto embalsamador para los difuntos, en representación de María.
Antes de llegar a Belén, según la Biblia, los reyes encontraron al rey Herodes el Grande en Jerusalén, quien astutamente les conminó a que, a su regreso, hablaran con él para darle el lugar exacto en el que se hallaba el niño, y así poder ir él también a adorarle. En realidad, lo que quería era darle muerte. Un ángel se les apareció y advirtió del peligro que corría Jesús si ellos obedecían el deseo del rey, por lo que a su vuelta tomaron un camino diferente.
Han sido varias las veces que la ONCE ha plasmado en el cupón a los Reyes Magos en fechas navideñas, creando con ello cupones tan entrañables como la propia festividad. En 1995, uno de mis cupones favoritos durante mi infancia, salió a la venta el de la siguiente imagen, en el que aparecen Melchor, Gaspar y Baltasar con un marcado aspecto caricaturesco portando sus ofrendas.

Tres años después, un cupón parecido en el que aparecen los tres reyes a modo de dibujo se puso en venta el 7 de enero. Recuerdo perfectamente cuando lo conseguí de manos de mi abuelo. Mi abuela ya me había vaticinado antes sobre la donosura del cupón, el cual le había despertado gran simpatía.



Desde ColeccionismoOnce... ¡os deseamos un feliz día de Reyes!