Siempre me había preguntado qué era realmente el extraño aparato que protagonizó el cupón del 19 de julio de 1990, ejemplar perteneciente a la algo arcaica serie "El Mar", que contó con diversos apartados, como la fauna, la flora, la industria marítima, o este que nos ocupa: la investigación.
Pues bien, tras indagar un rato, he dado con la utilidad del extraño Telenaute, y una breve reseña que explica su origen: se trata de un submarino fabricado en los años 60 en Francia, de mano de la Compagnie Générale por le Developpement des Recherches Opérationel Sousmarines, algo así como Compañía General para el Desarrollo de Recursos de Operaciones Submarinas, y se clasifica en el tipo de submarinos conocido como ROV, un acrónimo del inglés Remote Operated Vehicle, es decir, vehículos controlados por control remoto desde una embarcación en la superficie a través de señales de radio o, como en este caso, por un cable (puede verse en el propio cupón).
El Telenaute es capaz de sumergirse a una profundidad de un kilómetro, y el brazo delantero puede cargar hasta 50 kilogramos de peso y transportar cualquier objeto a una distancia de algo más de un metro. Aparentemente es poca distancia, pero a tal profundidad, bajo la presión ejercida por el agua, no es poco para un aparato innovador en los años 60. No cuenta con cápsula en la que poder introducirse un tripulante, pero sí es posible adosársele una cámara. Es por ello que, además de en tareas de investigación del fondo del mar, ha sido muy utilizado para grabar imágenes marinas imposibles de conseguir sin ayuda de tecnología. El propio Jackes Cousteau y su equipo llegaron a utilizar el Telenaute en el rodaje de muchos de sus documentales.
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