7.9.17

LA PROCEDENCIA DE LA SERIE "TRAJES TÍPICOS" (1996-97)

Entidad cultural privada sin ánimo de lucro cuyo fin principal es contribuir a la valoración y difusión del patrimonio legado por la tradición. Así se autodefine la Fundación Joaquín Díaz de Urueña (Valladolid), de la que ya hablamos no hace mucho.
A ella -y al propio Joaquín Díaz, como no podía ser de otra manera- debemos el registro y conservación de multitud de objetos, archivos orales y escritos, gráficos, vinilos, libros, grabados... que vienen a ser un auténtico tesoro etnológico de nuestro país. 
Esta fundación contribuyó al cupón de la ONCE ya en los años 1987 y 1988; aportó las aleluyas (pequeñas estampillas de papel recogidas en pliegos que posee, por lo general, versos pareados y que en ocasiones se arrojaban en Semana Santa al paso de las procesiones) del siglo XIX de las que se extrajeron las ilustraciones de la serie La Ilusión de Cada Día, la cual mostraba cada día una letra de esta famosa consigna.
De entre sus muchas joyas también encontramos una colección de litografías de trajes típicos españoles, uno por provincia, también de finales del siglo XIX, que sirvió a la ONCE para hacer posible su serie Trajes Típicos, muy valorada por cualquier coleccionista dada su vistosidad además de por tratarse de la primera serie emitida en vertical hasta la fecha (la segunda y última fue la emitida con motivo del 25 concurso de carteles escolares de la ONCE en noviembre de 2009).

La procedencia de los grabados recogidos en la Fundación Joaquín Díaz es bastante curiosa, o incluso sorprendente: una marca de chocolates, la de Jaime Boix, antigua compañía que hizo hasta bien entrado el siglo XX las delicias de golosos y coleccionistas. Los cromos que regalaba en cada una de sus cajas constituían colecciones tan buenas y de tan diversa temática que cualquiera quisiera tenerlas en su casa: fútbol, toreros, adivinanzas... y cómo no, la de trajes típicos. La compañía Jaime Boix se sirvió a su vez de otras colecciones de estampas, publicaciones artísticas e impresos de los tres últimos siglos no solo de España, sino también de Francia, Inglaterra, Alemania o Italia. Se exhiben de forma permanente en uno de los museos de la Fundación Joaquín Díaz, y consta de 49 ejemplares de 125x75 cm, una por cada provincia (nótese que a finales del siglo XIX, las Islas Canarias solo contaban con una provincia en vez de dos como en la actualidad).

Una muestra bastante interesante de esta última son las de las siguientes fotografías, contrastadas con los cupones de los ONCE que mostraron a toda España, durante un año, las mismas ilustraciones:



 



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