30.9.15

EL GORDO Y EL FLACO

Stan Laurel y Oliver Hardy, o lo que es lo mismo, el Gordo y el Flaco (Stan el flaco, y Oliver, el gordo), actores que iniciaron su carrera en el cine mudo, tal como muestra el título de la imagen de este cupón, que se lleva el honor de tratarse del primer cupón del nuevo milenio.


Recuerdo haberlo conseguido la semana siguiente -resaca del Efecto 2000 aparte-, como casi siempre, de mano de mi abuelo. Me hizo bastante ilusión agregarlo a mi colección, ya que esta pareja cómica fue mi favorita cuando apenas contaba con 5 ó 6 años de edad (aún reponían sus cortometrajes y películas en 1990), en parte debido a su reconocible slapstick, es decir, su forma de exagerar -siempre de manera cómica- la violencia física; y su naturaleza a veces surrealista.

El cupón en cuestión se trata del quinto de la entonces recién creado cupón del "Fin de Semana", de 250 pesetas, sorteo que perdura hoy día, y de un grosor un tanto fuera de lo común. En él se muestra una típica imagen de sus protagonistas. Un diseño sencillo, pero acorde con el tema que trataba.


27.9.15

TURQUÍA. UNA BANDERA EQUIVOCADA


A los seis años descubrí el mundo de las banderas. Las dibujaba por todas partes y me pasaba los días visualizando las páginas dedicadas a ellas en el mítico diccionario Iter de Sopena.
Tal fue mi obsesión por las banderas que acabé memorizándolas, y por inercia, empecé a interesarme por todos los ámbitos de la geografía física y política, algo que, posteriormente, hizo que me entusiasmara sobremanera la celebración de la EXPO'92 en Sevilla, tema que también se vio reflejado en los cupones de la ONCE.

La bandera que protagoniza esta entrada es la de Turquía, o, más bien, eso debió de pensar quienquiera que entonces se ocupara de la impresión de los cupones. Y es que no se trataba realmente de la bandera turca, la conocida enseña roja con luna y estrella, adoptada en el siglo XIX.

Bandera de Turquía
Auténtica bandera de Turquía
En su lugar se reprodujo, en el cupón del 14 de marzo de 1991, la de Yemen, país, al igual que la propia Turquía, enclavado en el este de Asia, pero que nunca llegó a estar representado en la colección Banderas del Mundo (2 de enero de 1991 - 28 de marzo de 1991)

Bandera de Yemen

¡¡LO TENGO!!


El día de hoy, 27 de septiembre de 2015, se convierte en histórico para mí y mi colección. Tras 20 años tras ellos, por fin, venido desde San Fernando de Henares (Madrid) ¡tengo en mis manos el último cupón que me faltaba!



LA ÓPERA DE TEL-AVIV

A lo largo de los años, la ONCE ha editado colecciones con motivos internacionales en escasas ocasiones, algo que se está haciendo casi imposible de ver en los últimos años, en los que asuntos más "nacionales" han ido acaparando el protagonismo de los cupones.

En 1996 se editó una curiosa colección de Templos de la Ópera del mundo, colección que, a mis 11 años, no vi con buenos ojos, ya que venía a sustituir la emblemática colección de 101 Dálmatas que ocupó buena parte del verano de aquel año.
Sin embargo, con el paso del tiempo, y tras haber conocido personalmente algunos de los edificios que esta colección muestra, ahora resulta mucho más interesante.


Este cupón en concreto es el último de la colección, y con él me viene un recuerdo que no podría devolver a mi cabeza si no es observándolo. Uno de esos recuerdos irrelevantes pero que no por ello va a dejar de darle al cupón coleccionado menos importancia que otros, ya que un recuerdo de tu propia infancia, por muy superficial que sea, lo considero un tesoro.
Este cupón lo conseguí de manos de uno de esos amigos con los que pasaba la tarde en la calle como cualquier niño criado en los 80 o 90. Su abuela, entonces vecina mía, había regentado durante muchos años un pequeño comercio de "ultramarinos", una de esas tiendas en las que se vendía de todo, y aquella mujer, Vallita, tal como la conocían en el barrio, había sido muy aficionada al cupón diario, y si acababa en 4 -número por el que ella y su marido sentía especial predilección- mejor, y los cupones que no salían premiados, los iba guardando en una especie de caja que ella denominaba barqueta.

Ante tanto excedente de cupones, su nieto -mi amigo- los recibió como regalo, y, al haberse aficionado al coleccionismo orientado en cierto modo por mí, a veces los intercambiábamos. Entre ellos estaba este, al que recuerdo bien colocado en el escalón del patio de la vivienda particular de su abuela, donde solíamos jugar al fútbol.


En la imagen anterior se puede apreciar el edificio desde la misma perspectiva que se presenta en el cupón. Se trata del más importante edificio israelí dedicado a la ópera y otras artes escénicas.

26.9.15

EL TREN DEL CENTENARIO


A pesar de que mi primera experiencia con el ferrocarril tardó en llegar más que mi propia adultez, siempre me he sentido atraído por el ferrocarril. He viajado por media Europa en tren resarciéndome de una infancia sin él, y mientras revisaba esta colección editada por la ONCE entre los años 1998 y 1999 -colección que a mi abuelo le gustaba especialmente debido a su pasado estrechamente ligado a este medio de transporte (entre sus muchos oficios estuvo el de guardabarreras en la desaparecida estación de Écija (Sevilla)- me picó la curiosidad y me puse a indagar un poco sobre el tren que ocupa la imagen de este cupón del viernes 29 de enero de 1999, del que me vino a la cabeza alguna vaga imagen de un documental que un día vi en televisión y que hablaba precisamente de él.


Pues bien, este tren, llamado del Centenario, ocupa -y yo sin saberlo- uno de los capítulos más interesantes de la historia ferroviaria de España.
Fue fabricado en 1949 como réplica del tren que transitó por la primera línea ferroviaria de la España peninsular, entre Barcelona y Mataró, al igual que su locomotora, llamada, como no, "Mataró".

Tras las celebraciones del centenario, el tren fue llevado por otras líneas con nombres como "Tren Romántico" o "Tren de la Fresa". Hasta 1969 fue recorriendo España, visitando poblaciones por las que se iba produciendo los centenarios de otras líneas, como la Madrid-Aranjuez (1951) o Palencia-León (1963).

Durante los setenta, el tren sufrió un periodo de ostracismo, permaneciendo averiado, aunque pudo participar, estático, en diversas exposiciones.
Fue restaurado para la celebración del centenario de la línea Reus-Tarragona, en 1981. Recuperado para la celebración del 150 aniversario del ferrocarril de España (motivo de la edición de esta colección), se expuso en la estación barcelonesa de França. Actualmente, vive en estado de aletargamiento en el museo ferroviario de Vilanova i la Geltrú (Barcelona), expuesto al público permanentemente.

Pintura de Adolfo Martínez Mendoza. Viajes Ferroviarios de Ayer y Hoy
Tren del Centenario en Tarragona (1959)

Tren del Centenario recorriendo las vías de Madrid

21.9.15

DOS CUPONES PARA EL MAESTRO CORDOBÉS




En 1997 se editó un cupón conmemorativo del 50 aniversario de la muerte de Manolete (Manuel Laureano Rodríguez Sánchez), uno de los más célebres matadores de toros de la década de los 40 del siglo XX, nacido en Córdoba en 1917.
Recuerdo perfectamente cómo, al darme mi abuelo este cupón -aficionado al toreo-, llamó enseguida la atención de mi madre y otros familiares, quienes no dejaron de hacer mención a un típico refrán que se escucha bastante por Andalucía: Manolete, Manolete, si no sabes torear pa qué te metes, aludiendo, quizás -lo desconozco-, a la, para muchos, falta de destreza del matador en el ruedo.

Resulta curioso cómo, en el cupón, aparecen tanto verdugo como víctima, el toro y el torero; el primero, de nombre Islero, toro de casi 500 kilos de peso, de la ganadería Miura, que cuenta hasta con página propia en Wikipedia


Momento de la cogida de Manolete. Fotografía escogida para el cupón del 6 de noviembre de 1997. Autor: Paco Cano "Canito"

El suceso se produjo en Linares (Jaén), concretamente el 28 de agosto de 1947. Islero era el segundo toro de Manolete, y le corneó en la pierna derecha, afectándole a la arteria femoral. Aunque Manolete llegó a recobrar la consciencia, murió al día siguiente, con 30 años.

El 27 de julio de 2017, con motivo del centenario de su nacimiento, la ONCE volvió a reconocer a Manolete y su "referente cultural". La imagen, en aquella ocasión, obra del fotógrafo alicantino Paco Cano, que a mediados del pasado siglo XX inmortalizó a más de un torero, pudo verse también en el cartel oficial del programa taurino de las fiestas locales de Córdoba, celebradas durante el mes de mayo (ver siguiente ilustración)




20.9.15

¿QUIÉN FUE HELEN KELLER?



Helen Keller fue una oradora, activista política y escritora nacida en Alabama (Estados Unidos) en 1880, célebre por tratarse de la primera persona sordociega en obtener un título universitario en el mundo.
Su pérdida total de visión y audición se la produjo una grave enfermedad a la corta edad de 19 meses, enfermedad que los doctores de entonces denominaron congestión cerebro-estomacal, aunque especialistas modernos aseguran que realmente pudo tratarse de meningitis o escarlatina.

A la edad de 6 años inventó un código de más de 60 señas con las que podía comunicarse con sus padres, quienes acabaron acudiendo al mismísimo Alexander Graham Bell.


Sello de Correos con la misma ilustración del cupón. 1980.
 Bell les sugirió contactar con el Instituto Perkins para Ciegos de Watertown, donde, delegada por la profesora Anne Sullivan, de solo 20 años, aprendió lenguaje de signos, comenzándose a forjar entre ambas una amistad que duraría casi 50 años, periodo en el que se forjó la Helen Keller por la que hoy aún se la recuerda.

Helen estableció como su gran objetivo la lucha por los discapacitados sensoriales. Fundó la "Helen Keller International", fundación no lucrativa para el tratamiento de la ceguera, teniendo a su exprofesora Anne como mano derecha, obteniendo gran fama y contando con el apoyo de presidentes y celebridades como Charlie Chaplin o Mark Twain.

La ONCE quiso rendirle homenaje en sus primeros cupones ilustrados, en 1984, en repetidos ejemplares, como los de la imagen que encabezan esta entrada.

"No soy la única, pero aun así soy alguien. No puedo hacer todo, pero aun así puedo hacer algo; y justo porque no puedo hacerlo todo, no renunciaré a hacer lo que sí puedo".