Los siete tableros de astucia. Así es como llaman en China a este ancestral juego de mesa haciendo alusión a las habilidades que requiere. Hablamos del tangram chino, juego que se dio a conocer no hace tanto en España.
Según cuenta una leyenda, un sirviente de un emperador chino llevaba un mosaico de cerámica en forma de cuadrado que rompió en pedazos al tropezar, y que, desesperado, al tratar de formarlo de nuevo, se percató de que podía formar muchas otras figuras con los pedazos.
Pues bien, este es, de hecho, el objetivo del tangram: formar figuras a partir de sus siete piezas, llamadas tan: 5 triángulos de diferentes proporción, un cuadrado y un romboide. Todas ellas se guardan formando un cuadrado.
Se dice que pueden formarse hasta unas 900 figuras diferentes, no importando la posición en la que las piezas queden (no tienen por qué quedar superpuestas las unas sobre las otras). En cualquier caso, este sencillo juego ha llegado a utilizarse como parte de terapias en psicología o pedagogía, especialmente en el área de matemáticas, ya que es capaz de promover el desarrollo de habilidades psicomotrices e intelectuales en la infancia, pues permite, de manera lúdica, ligar la manipulación concreta de materiales con la formación de ideas abstractas.
El miércoles 10 de abril de 2002, el tangram colmó la imagen del cupón, tal como vemos en la imagen (colección Juegos de Mesa iniciada un mes antes y que cuenta con 20 ejemplares, siendo el del 10 de abril el penúltimo de la serie).
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| Tangram chino en su caja original |
Diferentes figuras creadas con el tangram:
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