1.9.17

EL RASTRO DE MADRID Y EL GRABADO DE ANDRÉS OVEJERO QUE APARECIÓ EN EL CUPÓN

El Rastro de Madrid (véase enlace a su web aquí), mercado al aire libre, semiclandestino en su origen, en el que en se vendían objetos de segunda mano (baratillos), nació en torno al conocido Matadero de la Villa, abierto en 1497.
En un principio, se vendían, en torno a la plaza del Coscorro, especialmente ropa vieja y usada por comerciantes a los que la voz popular llamó ropavejeros. La actividad en él se hizo cada vez más frenética, y alcanzó gran popularidad incluso más allá de nuestras fronteras nacionales. Mataderos y tenerías se instalaron en él ayudando a su diversificación. Cambió en varias ocasiones de ubicación y denominación a la vez que se iba abriendo, poco a poco, a otras actividades: carnicerías, venta de correajes y montaduras, curtido de pieles, comestibles, enseres... y así, pasando por otros cambios de ubicación, remodelaciones y ordenanzas municipales que han ido dándole forma, hasta convertirse a lo que es hoy: un mercado difícilmente igualable que, en días festivos, abarca una actividad frenética entre calles contorneadas por más de 3500 puestos desmontables que incluso otorgan nombre extraoficial al área comprendida entre La Latina y la Ronda de Toledo.

En el cupón del día 8 de octubre de 1997, por alguna razón -equivocada- conmemoraba el 150 aniversario del Rastro, aunque, como hemos comentado, tiene su origen en el siglo XIV-XV, si bien se le empezó a conocer con el apelativo de rastro a partir mediados del siglo XVIII. 
En aquella ocasión aparecía una ilustración curiosa: la de un grabado en el que puede observarse unas hilanderas y hasta algún que otro guitarrista -o vendedor de instrumentos- rodeados de una multitud. Este grabado es obra del xilógrafo Andrés Ovejero, y data del año 1880. Posee unas dimensiones de 31x48 cm. y pertenece a una serie que el autor dedicó a las Escenas Populares de Madrid, y es custodiada por la Fundación Museo de las Ferias, institución cultural sin ánimo de lucro cuyos principales objetivos son la conservación, exposición permanente y difusión de los fondos históricos, artísticos, antropológicos, documentales, bibliográficos y culturales en general, relacionados con los antecedentes del mundo de las ferias, comercio, mercados y el nacimiento de la banca moderna, sita en Medina del Campo, provincia de Valladolid.


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