"Voy a construir un coche para el pueblo, el automóvil universal".
Esta fue la frase proclamada por el americano Henry Ford (1863-1947) en 1906, cuando ya le rondaba en la cabeza la idea del mítico Ford "T", antesala verdadera del coche que conocemos hoy día.
El éxito de su archiconocido modelo "T" se debe a su producción masiva, producto de de la sustancial mejoría en las cadenas de montaje que, inspirándose en la fábrica de fusiles -y también en la improvisación- fue capaz de llevar a cabo Henry, lo que, además, le sirvió para adelantarse a sus principales competidores, ya que el precio, por primera vez en un coche, era asequible para la gente "normal".
De este modo, con una producción que se extendió desde 1908 hasta 1927, con dos únicas velocidades, 20 caballos, una velocidad máxima de unos 70 km./h., un consumo algo desorbitado y poco más de media tonelada de peso, el modelo "T" supuso uno de los impactos sociales y tecnológicos más importantes de principios del siglo XX.
Tuvo muchas variantes, pero la típica imagen del Ford "T" es la que nos regala el cupón del 1 de octubre de 1985. Precioso cupón perteneciente a la serie "Automovilismo" (Septiembre-noviembre de 1985).