Seguramente, pocos de nosotros podíamos imaginar lo antiguo de este singular, y a la vez útil, objeto.
Pues sí, se trata de un invento que, como bien indicó el cupón del 11 de enero de 2001, perteneciente a la vistosa y colorida serie "Un siglo de ingenio", publicado por la ONCE cuando aún no habíamos terminado de digerir el cambio de siglo, fue patentado hacía por entonces más de 50 años, si bien, los datos oficiales indican que no fue en 1948, sino en 1941, y patentado en 1951. Lo que sí fue inventado en 1948 fue el cierre de gancho y bucle que hoy conocemos, de ahí que esa fuera la fecha indicada en el cupón.
Se trata una creación del suizo Georges de Mistral, un ingeniero electricista que con solo doce años ya había registrado su primera patente. El velcro, del que llegó a vender más de 55.000 kilómetros en un solo año, le hizo realmente rico.
El funcionamiento del velcro, nombre que De Mestral dio a su empresa (nombre compuesto de las palabras francesas velours "terciopelo" y crochet "gancho") se debe a sus dos componentes: una tira de tejido con ganchos diminutos que se acopla a otra más pequeña de tejido con bucles que se unen temporalmente hasta que alguien los separa a voluntad.
En un principio se confeccionó de algodón, lo que resultó ser poco práctico. Años después se optó por el nailon y el poliéster, elementos más resistentes.
Georges de Mistral con su patente. |